La búsqueda
de la realidad a través de la filosofía.
Mientras más crezco, mas me voy percatando de cómo los seres humanos le tememos a la verdad,
suena pesado. Pero siempre nos negamos. Regresando a la cuestión de los valores universales, muy poca gente es honesta, y
no me estoy preocupando por ahora, si lo es conmigo, me resulta más interesante preguntarme por que no es honesta consigo
mismo, porque no observa verdad.
La búsqueda de la verdad es algo que cada quien entiende de manera diferente, pero de manera insistente, creo que
debe tener una misma razón de ser, una razón que nos lleva a la búsqueda del conocimiento de nuestra existencia, una verdad individual que forma lo mas real en la existencia en
cada ser humano, verdad, es un concepto que tiene muchas connotaciones, sin embargo, en este caso lo ocupo de una manera en
la cual puedo englobar ese sentido de búsqueda de lo que ya es inevitable para cualquier hombre o mujer, el conocimiento de
si mismo, lo que realmente es.
A través de la filosofía que es un saber critico, se analizan los fundamentos de todo lo
que considera y no se limita a aceptarlos de una forma ingenua; se dice que todos los seres humanos poseemos esa capacidad
de filosofar, por ahí se afirma que todo hombre y mujer es filosofo, sin embargo, creo que no todos tienen la capacidad o
llamemosle sensibilidad conceptual muy determinada y al contrario, nos limitamos ante lo cotidiano que conlleva a muchas cosas
determinantes en la vida normal de cualquier ser humano, no buscamos, no luchamos por buscar la verdad.
Quizás el momento, y volver a darle una ojeada a esta
primera parte de filósofos y aportadores a distintos campos, y cuyos pensamientos se repiten diariamente alrededor del mundo,
me lleva a pensar en como a través del tiempo los conceptos pensados a profundidad con la única pretensión de ofrecer respuestas a cuestiones de tipo general,
de ser critico, de ir mas allá que las flamantes especializaciones del saber científico, de tener una actitud interrogativa
y en fin, una serie de cualidades que nos llevan a una búsqueda mas ardua de lo que somos y de lo que somos parte.
Creo que la acción de interrogarse es más importante a
las respuestas que podamos encontrar, con la filosofía se desata el análisis de un millar de cuestiones, pero de manera relevante
el cuestionamiento del ser, del sujeto, de la trascendencia humana es lo que más reconozco de esta búsqueda del verdadero
conocimiento de la realidad.
Esbozando en cada uno de los archivos obtenidos a cerca de las propuestas de los filósofos que he estudiado en mi
curso de filosofía, encuentro de una manera profunda, el cuestionamiento y la búsqueda de la verdad que cada filosofo antiguo
en sus expresiones.
En verdad me resulta un tema difícil, ¿cómo definir lo que es real? Esto es algo
que inevitablemente me lleva a pensar en Rene Descartes y su método para buscar la verdad, aquel quien en cuanto recibió su
diploma, "abandonó del todo el estudio de las letras y resolvió no aspirar ya a ninguna otra ciencia que no fuera el conocimiento
de sí mismo o de los grandes libros del mundo". Quien también me arroja este principio que considero hay que aplicar “Pienso
luego existo” apartir de las dudas que se te desatan, construir con base en realidad y verdad tu existencia.
Si avanzamos un poquito a partir de Descartes llego un nuevo tiempo en la búsqueda, una
nueva corriente filosófica, refiriéndome a el empirismo, que tiene como base que todo conocimiento humano se basa en experiencias.
John Locke, Francis Bacon, David Hume, George Berkeley son los que forman ese grupo de filósofos ingleses quienes defendían
su propia idea de empirismo.
Locke, por su lado, se ocupo de investigar el origen, la certeza
y el alcance del conocimiento humano, mientras que Bacon entendía una realidad en donde
una ontología mágica en la que todo es posible y una cultura poblada de influencias mágicas, astrológicas y alquimistas, y que incita a la ciencia a encontrar un nuevo método de investigación de la naturaleza.
Esta forma de nueva lógica nos lleva a tener presente el estudio de la obra más representativa,
el Novum Organum, en la que se condensa toda su teoría y puede darnos una idea de lo que realmente buscaba, suponiendo que pretendía conseguir una ‘restauración’ del
saber y consecuentemente del poder que sobre la naturaleza gozó Adán en el paraíso y que la humanidad había perdido como consecuencia
del pecado original.
Entre otros empiristas también se cuentan David Hume y
George Berkeley. Por su parte, Hume ejerció una notable influencia en el desarrollo del escepticismo y del empirismo, pero
Hume fue más allá e intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes
sensaciones o experiencias, además, rechazo la idea de causalidad, argumentando que “la razón nunca podrá mostrarnos
la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones
del pasado” que son indispensables (las experiencias) para la construcción de nuestra realidad.
“Cuando la mente, por tanto, pasa de la idea o la
impresión de un objeto, a la idea o creencia en otro, no se guía por la razón, sino por ciertos principios que asocian juntas
las ideas de esos objetos y los relaciona en la imaginación”. Hume dice que conocer los hechos es algo imposible, sin embargo: cuando se llevan a cabo practicas en las cuales los seres humanos tienen que
considerar tanto las causas, como los efectos, Hume negaba la existencia de una identidad del yo, lo cual me parece de entrada
hasta exagerado, pero al analizar cual es su argumento coincido en que como las personas no tienen una percepción constante
de sí mismas como un ser único y diferente a todos los demás, no son más que “un conjunto o colección de diferentes
percepciones”.
Por ejemplo, pensar en el bien y el mal, es pensar en
como cada persona tiene su propia idea de lo bueno y lo malo según su sentido de vida y manera de afrontar las cuestiones
propias a su persona, pero estas pueden llegar a ser muy poco racionales atrofiar la consolidación de su búsqueda.
Avanzando encontramos opuestos, el racionalismo, es representado
por pensadores como el francés René Descartes, el holandés Baruch Spinoza y los filósofos de los siglos XVII y XVIII Gottfried
Wilhelm Leibniz y Christian von Wolf, quienes afirman que la mente es capaz de reconocer la realidad mediante su capacidad
para razonar, una facultad que existe independiente de la experiencia.
Sin duda la manera en que cada individuo razona cada situación,
idea, etc, influirá de manera decisiva en los objetivos que tenga, pero pienso que la experiencia y las acciones lo llevaran
a construir una realidad más clara.
Spinoza decía que cada existencia tiene, un carácter universal o esencial, aunque para realizar ese carácter la cosa existente tiene que trascender
su propia forma intrínseca, es decir, liberarse a sí misma de las limitaciones de su propia estructura.
Immanuel Kant intentó lograr un compromiso entre el empirismo
y el racionalismo, restringiendo el conocimiento al terreno de la experiencia, a posteriori, y por ello coincidía con
los empiristas, pero atribuía a la mente una función precisa al incorporar las sensaciones en la estructura de la experiencia.
Esta estructura podía ser conocida a priori sin recurrir a métodos empíricos, y en este sentido Kant coincidía con
los racionalistas.
De manera mas actual, en los últimos
años, el término empirismo ha adquirido un significado más flexible, y ahora es utilizado en relación con cualquier
sistema filosófico que extrae todos sus elementos de reflexión de la experiencia, ejemplo de ello es William James llamó a su filosofía empirismo radical y John Dewey acuñó el término de empirismo
inmediato para definir y describir su noción de la experiencia.
Cada momento, cada idea, cada sensación,
cada experiencia, cada razonamiento o la forma que sea, lleva al ser humano a una cosa nueva, que importante me resulta el
pensar lo diferente que serian muchas cosas si el hombre pensara, analizara, sintiera, reflexionara a cerca de la verdadera
razón por la cual despierta cada día, lo que pretende lograr, a donde quiere llegar, lo importante que es anhelar siquiera
conocer lo que verdaderamente somos sin la influencia perturbadora de lo demás, de concentrarse en tratar de definir lo que
es la realidad.